Juan Leonel Ibáñez (18) estaba sentado en un sillón rescatado de la basura y rodeado de cuatro amigos y una chica a metros de la esquina de Benjamín Villafañe y Martín Berho, donde normalmente se juntan los adictos a consumir. Cerca de las 20, a bordo de una motocicleta y acompañada por otra joven, Karem se bajó del rodado y lo atacó a puñaladas. El joven, fue llevado por su madre al Centro de Salud, donde terminó falleciendo por las heridas que había sufrido en el tórax y en el cuello. La agresora, que podría ser una transa de la zona, se escapó y ahora es intensamente buscada por las autoridades.
“Acá estamos acostumbrados a todo. La muerte pasó a formar parte de nuestras vidas. Si no los matan los vendedores de porquería, se terminan ahorcando porque no tienen nada que consumir”, explicó Blanca García.
Los motivos del ataque de a poco se van aclarando. Al parecer, Ibáñez habría intentado robarle algunas de sus pertenencias a la mujer que no tiene más de 35 años y que es conocida en el barrio como la “Huevuda”. La joven que sobrevivió al ataque habría declarado que la acusada lo buscó sólo a él y que nunca dijo ni una palabra que explicara el por qué del ataque. Sí indicó que lo insultó desde el mismo momento que se bajó de la motocicleta.
¿Por qué ninguno de los cinco amigos intentó defenderlo?, es el primer interrogante del caso. “Porque le tenían miedo y los únicos que ejercen ese terror en los barrios son los transas”, respondió un investigador.
Los hombres de Homicidios, al mando de los comisarios Ramón Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib, dirigidos por el fiscal Carlos Sale están tras los pasos de Karem. Pero como sucede en este tipo de casos, los investigadores se topan con el silencio que es alimentado por el temor a sufrir represalias. Pese a ello, sumaron indicios para creer que la sospechosa estuvo varias horas buscando dar con la víctima. Incluso se cruzó con la madre de Ibáñez que también estaba tratando de dar con él para llevarlo a su casa.
Don Ramón Fuentes, que vive hace más de 50 años en el barrio, con la mirada perdida en el horizonte razonó: “desde que llegó la droga todo está mal en este barrio. Los chicos andan matando por consumir esa porquería. Ya no sé a cuántos conocidos tuvieron el mismo final”.